Pero lo mejor de todo fue conocer a algunas de esas personas que te cruzas por Trivago cada día. Carlunis….la alegría personificada y una marcha en ese cuerpo serrano que no se puede aguantar,. Como baila el tio! Mónica… conversadora donde las haya y un encanto de persona. Bobpoli,… Dios! Cómo es este David! Simpático, encantador (de serpientes como le dejes), con un punto de ironía genial y un perfecto maestro de fotografía, aunque la única que sacó con mi cámara quedó movida..jajajaja. A Fran, siento haberle tratado poco, pero me pareció una persona entrañable y de Lurditas, mi “compa” de habitación, no puedo decir más que cosas fantásticas: Simpática donde las haya, amable, amena, divertida y paciente, porque aguantar mis toses nocturnas de fumadora, tiene tela! A Prisi ya la había conocido en Vigo, y mejor solo digo que es única, porque cómo empiece a enumerar sus virtudes, Igor me mata por extenderme más de la cuenta.
Resumiendo: Una experiencia fantástica que pienso repetir y recomiendo a todo el mundo.
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