Jueves 22 de noviembre de 2007
Han sido cuatro días de viajes, conversaciones y emociones. Ha sido el primer encuentro internacional de trivagonistas, en
Düsseldorf. Y aunque es el primero que se celebra internacionalmente, ya habíamos tenido otros dos, uno en
Barcelona y otro en
Madrid.La primera en llegar fue
Caracola, aproximadamente a las 12 de la mañana. Nos dirigimos a su hotel, el
Hotel National, y nos tomamos un "Glühwein" para apaciguar el frío alemán. Pasamos la tarde en el Alstadt, es decir, el casco antiguo de
Düsseldorf. Elena es una persona afable, que le encanta conversar y sobre todo, escuchar. Hablamos de su viaje a la Patagonia, hablamos de su vida, y de sus impresiones.

Por la noche volví al aeopuerto a recoger a
Carlunis y a
rilmarintaure, los cuales, por si queda algún alma extraviada en trivago que aún no lo sepa, son pareja. Nos fuimos al
Hotel Petersburg, donde se alojaban, y al que desgraciadamente tardamos bastante en llegar a pesar de lo céntrico debido a mi nefasta orientación en las urbes.
Y vuelta al Alstadt, donde nos comimos un döner (no había otra alternativa a esas horas) y nos tomamos unos mojitos en un local entre oriental y extravangante.
Mónica es muy conversadora (habla por los codos) y
Carlunis es un bromista sin igual. En una hora, ya me sabía toda la vida de Mónica y la historia de su relación con
Carlos. ;) ¡Qué pareja más compenetrada!
Viernes 23 de noviembre de 2007Tras un madrugón forzoso para poder redactar las noticias de los viernes, llegar a la oficina, enterarme de los últimos detalles de la fiesta del día siguiente, y marcharme corriendo a encontrarme con
Elena,
Carlos y
Mónica, nos fuimos todos juntos al
Palacio de Bernhard.

El día, al contrario que la víspera, se nos presentaba gris, lluvioso y frío. Tras un delicioso café en una cafetería al lado del
Palacio, hicimos una visita guiada de más de una hora. Tuvimos suerte, pues al ser el único grupo de 5 personas que acudían a la visita guiada, no le importó que les "interpretase" la visita. Un
palacio del barroco tardío, con rasgos del rococó y que se adelanta un tanto al clasicismo.
Por la tarde, mientras
Móni y
Carlos daban una vuelta por el Alstadt y Elena descansaba en sus "aposentos", me fui a recoger a
Lurdes y la llevé el
Hotel National, donde dormía con
Elena. Lo cierto es que a alturas de hoy, ya echo de menos a Lurdes. Posee en fantástico don de hacer de cualquier pequeña historia un cuento con comienzo, nudo y desenlace, y cargada de humor.
Unas horas más tardes, tras tomarnos un algo en un bistro típicamente alemán,
Elena, Lurdes y yo, acudí a la
estación central de Düsseldorf a recoger a
bobpoli y
loquequieras. Fuimos al hotel donde se hospedaban, el
Hotel Rubin, y después volvimos de nuevo a la estación, punto de encuentro para todos irnos a cenar y a tomar un algo.

El restaurante escogido fue el "Vapiano". Francamente, esperaba algo más tranquilo que el autoservicio. La comida estaba buena, pero al ser un grupo de 12 personas (además de los españoles se unió
Verena, la coordinadora alemana, el novio y
Spatz76HH), el ir y venir con las pizzas, el pedir las bebidas, traerlas, los cubiertos, etc. etc. etcl, hicieron la velada un tanto maratónica :).

Después de comer, era necesario introducirlos en el idílico mundo de la marcha alemana: entrar en un locar, y beber cerveza con música alemana de fondo.
Zum goldenen Einhorn fue una buena elección a mi parecer, uno de los locales con más tradición y renombre de la nocturnidad de este
petit Paris, como dijo Napoléon al llegar.
Así pues, tomamos unas cervecillas y volvimos en taxi. Estaba claro que estaban agotados.
Sábado 24 de noviembre de 2007
El día prometía una agenda variada y ajetreada. A las 09 de la mañana (no os contaré lo que me costó desatornillarme de las mantas ese día) nos encontramos en "Cafettiero" en la estación de trenes. Siguiente destino:
Colonia. Por la mañana, a pesar de las pocas que habíamos dormid0 y del tiempo tan frío que hacía, todo eran humor y risas en la estación de camino a
Colonia.
El nombre del agua de Colonia proviene de esta ciudad, pues en el s. XVIII se produciría aquí por primera vez el primer agua de colonia, 4711.
Justo enfrente de la estación de trenes de
Colonia la repentina majestuosidad gótica de la
Catedral
de Colonia deja sin habla al visitante. Es la segunda catedral más alta del mundo, y más de 600 años duró su contrucción. Se puede ver incluso desde Düsseldorf en días claros (desde la
torre del Rin). Es realmente acongojante.
Fue casi la única construcción que dejaron intacta de los bombardeos, en la segunda guerra mundial, puesto que su gran altura les servía de referencia a los aviones militares.He de confesar que no subimos a la cima, puesto que no había ascensor, y dos de nuestros usuarios presentaban algunos impedimentos debido a problemas de salud (y otros de vagancia, jeje).

Tras los millones de fotos y los millones de "vámonos, chicos" que conformaron la visita a la catedral, entramos en la "Brauerei" con más historia de Colonia,
"Früh" (cervecería de producción propia, donde también se puede comer, siempre platos autóctonos), para entrar en calor, y conocer las tradiciones culinarias y cerveceras de la zona. El plato unánime fue "Bratwurstpfanne", es decir, un plato compuesto de una gran salchicha a la parrila, con verduras y patatas cocidasm, acompañado de unas tres cervezas (son muy suaves de sabor las Kölsch, la antítesis de las Altbier de Düsseldorf).
La fiesta ya estaba próxima en el tiempo. Regresamos a Düsseldorf para apresutarnos y llegar a tiempo al "Weichnachtsmarkt" de Düsseldorf -
el mercado de navidad-. Un vino caliente acompañó el parloteo que mantuvimos
Verena,
tempoaw,
Laureen,
Johanna,
yourshadow, Blackdevil, además del grupo de trivagonistas hispanos ya mencionado, al que ahora también se unían inseap y netlules, que ya viven en Alemania, al igual que
Alex_el_vago,
La_iguana,
Charlys y
Eugin, que vendrían directamente a la fiesta de Düsseldorf.

Descanso de hora y media en el hotel, acicalamiento en el hotel y
¡nos vamos a la fiesta!!! La decoración del local era fabulosa. La barra de bebidas se montaba sobre un cádillac descapotable rojo, y las luces salían de semáfotos. Barra libre, y mucha música animaron la fiesta. El buffet de comida no faltó. Y las caras eran bautizadas por unas tarjetas de
trivago, donde aparecían nuestros nombres reales, así como los virtuales.
Los últimos en marcharnos fuimos
Verena,
Ronny,
Ricarda,
Jürgen, y yo. A las 6:30 de la mañana, no muy sobrios que digamos. La fiesta fue fantástica. Los españoles, como siempre, fueron los protagonistas del evento :). Gracias a todos.
Domingo 25 de noviembre de 2007
Mónica, Carlos,
David y
Fran se marcharon por la mañana.
Elena y
Lurdes, sin embargo todavían se quedarían un día más, así que decidimos aprovechar el día para ir a Aquisgrán, la ciudad predilecta de Carlomagno, donde no sólo pasó su vejez, sino que murió. El día, aunque no respaldado por el tiempo -extremadamente frío y lluvioso-, fue maravilloso.
Creo que hacía tiempo no pasaba un domingo de tanto placer: el reirte y conversar distentidamente con dos maravillosas amigas :). La
catedral de Aquisgrán, una confluencia de tres estilos arquitectónicos distintos, es realmente hermosa y diferente que cualquier catedral que haya visto en mi vida. Un estilo entre mozárabe y bizantino, una cúpula octogonal, arcos de medio puntos, un colorido explosivo, frescos variados, e innumerables municiosos, aunque grandiosos en significado, bellos detalles hacen de esta visita un momento inolvidable.

El domingo por la noche, después de haber cenado de nuevo en el "Vapiano" (algún día os contaremos el porqué) , me despedí de
Caracola y
Lurditas, con mucha tristeza de tener que hacerlo y volver a quedarme solita y desamparada por estas tierras alemanas.
Un encuentro inolvidable, y sobre todo, nuevas grandes amistades. ¡Gracias a todos, queridos trivagonistas por venir aquí! Me alegro mucho de formar parte de
esta comunidad :).