- ¿Nos vemos entonces esta tarde?
- ¡Claro! Llevo horas pensando en ti.
- ¿Quedamos en la plaza como siempre?
- Por supuesto, en el mismo sitio y a la misma hora que el día que te conocí
Las plazas son siempre punto de encuentro, de reunión. En una zona tan amplia es fácil que tu alma se mezcle con el resto y pase totalmente desapercibida. O es posible también que sentado en un escalón, mirando, no pierdas detalle de cualquiera que pasa. La opinión de esta semana es precisamente de una plaza, la de Bolívar, en Bogotá, de nuestra compañera margsand.
"Estar en la Plaza de Bolivar, es ver el ritmo de vida bogotana, … desde mis épocas de estudiante la comencé a fecuentar, el éxtasis vino cuando trabajé durante 5 años en la Alcaldía Mayor y desde las ventanas de mi oficina en el Edificio Liévano veía el paso de la gente, el vivir en la ciudad. Cuando voy de paso por Bogotá, hay algo que me llama para irla a ver, como si guardaramos un secreto, tiempos vividos que se mantienen en la memoria y se alimentan en cada visita, me encanta." - margsand
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