jueves, 8 de mayo de 2008

DESDE LA BITACORA DE .... emifashion

GRAN TOUR CROACIA 2006:


Mi costillo llevaba tiempo con la idea de conocer Croacia en la cabeza, yo no estaba muy por la labor Croacia no dejaba de sonarme a guerra, civiles muertos, injusticias y la verdad que para nada llamaba
mi atención pero contactar con un amigo que conocía el país (por la ayuda humanitaria que hizo) me convenció y decidí darle una oportunidad.


SALIDA:

Tuvo lugar en Barajas, el vuelo era temprano 08:00 de la mañana, duraría casi dos horas y media y sobrevolaríamos ciudades como Barcelona, Niza o Venecia, el vuelo fue ideal, con la compañía Dubrovnik airlines, un pequeño avión charter con un personal a bordo muy simpático y agradable.

Las vistas sobre el avión espectaculares, estaba un día muy despejado y la verdad que mereció la pena.


LLEGADA:

Llegamos al aeropuerto de KRK (se podría leer kerk más o menos), llegando al mismo todos nos pusimos en tensión porque KRK es una pequeña isla conectada únicamente al país por un puente y la verdad que daba la impresión de que íbamos todos al agua, dicho aeropuerto era bastante “cutre” solo funcionaba en verano y tenia baños una cafetería y para de contar.

Allí en aduana nos esperaba Adriana, nuestra estupenda guía, nos comentó que nos recogerían en un autobús y conoceríamos nuestro primer hotel pero que había overbooking y que en vez de un 3 estrellas era un 4 estrellas (ya veis que problema eh), así pues comenzó nuestro viaje por el país.


DÍA 1:

Nuestro primer hotel estaba en la ciudad de Opatija que se sitúa en el precioso golfo de Kvarner.

Es una ciudad al 100% turística, sobre todo hay italianos que se alojan en sus hoteles y preciosas villas.

Al llegar nos dieron la habitación y no dudamos ni 5 minutos en bajar al mar y "hacer barandilla" ¿qué es hacer barandilla? Pues por desagracia Croacia no tiene muchas playas de arena y si de cemento y en esta ciudad las casas llegan tan al borde del mar que no quedo espacio para rellenar con arena y se hacen pequeñas aceras con barandillas, te tienes que tirar al agua desde allí, por eso se dice hacer barandilla y no ir a la playa.

Tras ésto, un paseo de vuelta al hotel por sus calles y luego la cena, donde me comí los mejores tallarines con marisco que recuerdo, la verdad que en todo el país se come muy bien el pescado y el marisco, la carne no la trabajan muy allá, pero a mi no me importaba.

Tras la cena otro pequeño paseo y unos cócteles por la zona de puerto donde hay pequeños chillout con terracita y sofás de mimbre o camas, un capricho sin duda, pero a precio realmente asequible 4€ por cóctel, algo así en Ibiza se multiplicaría por 5.

Tras un par de estos llegó la hora de acostarnos, teníamos para el día siguiente un largo día y había que guardar fuerzas.


DÍA 2:

Nos reunimos todos los que componíamos el tour en el hall del hotel, allí nos comentaron el itinerario del día, cambiaríamos de país para conocer las famosas cuevas de Postojna en Eslovenia, comeríamos allí y volveríamos tarde al hotel para poder darnos otro bañito y cenar.

El viaje hasta las grutas fue muy agradable, la verdad que Eslovenia es preciosa, muy verde, más que Asturias que ya es decir.

Pues bien, llegamos a la zona donde estaban las cuevas, era un lugar muy bonito con una hilera de tiendas, cafés, oficinas de información etc, y al otro lado un pequeño río con puentes de madera ideal para perderse por ellos dando un agradable paseo.

Comimos antes de introducirnos en las cuevas, como no, el menú era a base de verduras de la zona y pescados, llevábamos las comidas contratadas ya, pero no hubo problema en cambiar el pescado por un plato de carne para mi nene.

Tras la comida, Adriana nos comentó que tras pelear muchos años con Turismo de Eslovenia había conseguido 2 guías españoles para las cuevas en verano y que si por algún casual no estaban nos uniéramos al grupo italiano que algo mejor les entenderíamos.

Así pues nos introdujimos en la cueva montados todos en un tren que nos llevaría al inicio del recorrido a pié, iba rapidísimo y a penas podías apreciar nada, aunque este primer tramo era bastante feo, estaba quemado y volado por las guerras que hubo hace años ya que allí dentro se escondía una golosa munición que todos ansiaban tener.

Tras el primer tramo cruzado en tren, llegamos a una explanada donde había unos carteles con los idiomas de las visitas, España aún no tenía así que nos quedamos aislados mientras el resto de grupos se juntaban y se iban, de repente apareció un hombre muy gracioso que se identificó como el nuevo guía y nos enseñó la cueva, en total caminamos 2.000 metros entre galerías, bajamos, subimos, nos reímos, disfrutamos de la belleza de alguna de las grutas... y acabamos en el auditorio, un lugar que, debido a la resonancia que tiene, es ideal para conciertos de cámara o tenores y sopranos, luego cogimos el tren para volver a salir y tuvimos un rato libre para hacer compras por el lugar.

Luego ya nos volvimos al hotel de Opatija y bajamos a hacer barandilla, cenar, tomarnos cócteles y volver a la habitación a hacer la maleta porque al día siguiente cambiamos de hotel.


DIA 3:

Madrugamos un montón porque el viaje era largo, teníamos que abandonar la zona de la costa y viajar hacia la montaña para conocer los Lagos de Plitvice y los lugares más azotados por la guerra.

El viaje iba siendo muy bonito hasta que llegamos a los lugares que aún no pudieron levantar cabeza tras el conflicto, Adriana nos contó todo desde el punto de vista de los civiles que fallecieron, perdieron sus casas o a día de hoy viven en pequeñas casas agujereadas y con terreno alrededor plagado de minas antipersona u otro tipo de munición, así que nos pidió que si no nos importaba nos iba a bajar en una de las zonas más castigadas para que compráramos algo de lo que los mercaderes te ofrecían como miel, quesos, licores y artesanía, te dejaban probar la miel antes de comprarla y la verdad que estaba buenísima, así que compramos 4 botes y dejamos propinilla, que la verdad la zona estaba bastante mal y lo merecía.

Tras este paréntesis seguimos ruta mientras Adriana nos seguía contando cómo lo paso su familia o sus amigos en tiempo de guerra y demás.

Por fin llegamos a la zona de los lagos, nos registramos en el sencillo hotel y subimos a dejar las maletas, quedamos a una hora exacta en recepción para entrar en el parque, mientras nos acomodamos y bajamos a un supermercado que había en los bajos del hotel donde vi los precios más baratos de mi vida en cuanto a alimentación, compré chocolates que no hay en España y patatas de cacahuetes (no las recomiendo) y luego salimos a ver la zona pero no merecía mucho la pena, así que esperamos en la cafetería al resto del grupo.

El autobús nos recogió a todos y nos llevó a la entrada del parque t. Teníamos el bono de acceso ya pagado, así que ótuvimos que esperar a que la guía nos las diera, nos explicase cómo andar por el parque, y listo.

Entramos y todos quedamos alucinados por la belleza del entorno, para que os hagáis una idea se trata de una zona forestal a 500 metros sobre el nivel del mar y que tiene 16 lagos comunicados entre si por 92 cascadas y cataratas, yo en mi vida vi un paraje tan bello como éste, los lagos tienen agua todo el año así que el espectáculo es digno de ver cualquier época del año.

La visita al parque incluía un paseo en barco por el lago Kozjak y el lago Glovac y luego tras un descanso volvíamos al inicio del recorrido en un tren turístico.

Sobra decir que todos acabamos agotados, fueron 6 horas de visita, parte de ellas caminando, pero vamos, merece la pena.

El autobús nos recogió y nos llevó de nuevo al hotel, al ser zona de lagos la cena fue a base de pescados de la zona, muy ricos por cierto.


DIA 4:

Al día siguiente nos metimos el mayor madrugón de todo el tour, a las 05:00 ya estábamos todos desayunando para dejar la montaña y volver a la zona de costa para conocer ciudades como Sibenik o Zadar.

La primera parada fue Zadar, en plena Dalmacia, un lugar lleno de historia y monumentos, a destacar su puerto (con un piano artificial que suena según el aire y el agua), su iglesia prerrománica de San Donato o su catedral.

Nos dejaron tiempo libre por la ciudad y os aconsejo que hagáis las compras aquí, puesto que es el sitio más barato de todos los que visitamos en Croacia.

Comimos en un restaurante al lado del mar, es más, nuestro comedor estaba colgado del agua, esta vez pescado al horno y ensalada, pudiendo variar el menú, pero la verdad que el pescado en este país lo bordan, merece la pena.

Esea la siguiente parada fue en Sibenik nos enseñaron una panorámica de la ciudad para empezar y luego ya nos enseñaron Sibenik callejeando, que era preciosa con su catedral que es patrimonio de la humanidad, sus calles que te recordaban a las calles italianas, sus iglesias etc.

También nos dejaron tiempo libre y lo invertimos en comernos un helado a la orilla del mar, el día se acababa y el autobús nos vino a recoger para hacer noche en el hotel de Davor Suker en la ciudad de Vodice, el Benidorm croata.

Como llegamos y aún quedaban horitas de sol; tras registrarnos y dejar el equipaje bajamos a la playa a darnos un bañito, también montamos en motos de agua, eran baratísimas 30€ dos personas 30 minutos, después fuimos al hotel a cenar, el bufete estaba de lujo, de los mejores del viaje, luego nos duchamos y salimos a tomar algo por la zona de chiringuitos y chillout, Vodice es una ciudad con mucho movimiento de turista y gente joven, por tanto estábamos en nuestra salsa, pero lo malo era el madrugón del día siguiente a las 06:00 y nos fuimos pronto al hotel.


DIA 5:

Me desperté una hora antes, bajé a la playa a bañarme, me encanta bañarme al amanecer cuando miras al cielo y ves la luna y el sol a la vez, el agua estaba perfecta de temperatura y allí chapoteé un rato hasta que volví a la habitación me duché desperté a Javi cerramos maletas y bajamos a desayunar y esperar el bus para el siguiente destino.

La siguiente parada fue Split, la ciudad llena de los estilos arquitectónicos más dispares que te puedas imaginar, desde un palacio de siglos III y IV AD hasta una esfinge de Egipto regalada por el pueblo egipcio a Split.

La visita a la ciudad comenzó por el puerto y un pequeño mercado que había, tras esto Adriana la guía nos reunió a la entrada de la ciudad por la zona del Palacio y allí comenzó la visita.

De dicho palacio aún se conservan muchos objetos, muros, viviendas etc.

En 1979 la UNESCO declaró al conjunto histórico de Split, incluyendo el palacio de Diocleciano así que os podéis hacer una idea de lo interesante que es la visita a este lugar y lo mucho que tiene para ver.

Tengo que destacar que después de Oviedo, esta ciudad y Dubrovnik fueron las más limpias que vi en mi vida, allí te multan por tirar residuos a la calzada así que puedes caminar hasta descalzo si quieres.

Tras la visita a Split comimos, esta vez una rica sopa y carne con ghochis muy ricos también, tras el postre, el café y la tertulia de todos los que íbamos en el tour partimos rumbo a la siguiente ciudad: Trogir.

Llegamos a esta ciudad que nuestra guía definió como el bombón croata, ésta es una ciudad situada en un islote y donde existen numerosos vestigios de la Edad Media, merece la pena callejear por la zona y acabar en el puerto observando los impresionantes yates que atracan allí.

Trogir es escenario de numerosas películas, y no es de extrañar, es preciosa.

Tras la visita a Trogir continuamos rumbo hacia el destino definitivo y deseado: Dubrovnik.

Para llegar pasamos por Bosnia donde paramos para hacer compras baratas puesto que allí no tiene impuestos, sería la Andorra croata, la gente sobre todo compro tabaco, pilas para las cámaras, colonias etc.

El viaje hacia La Perla del Adriático era precioso, eso si, con unas curvas… así tras varias horas en bus por fin llegamos a la ciudad y a nuestro hotel.

Tras asignarnos las habitaciones nos dijeron el plan del día siguiente y nos dejaron la noche libre, no dudamos ni un segundo en bajar a la ciudad y conocerla por fin, que ganas… Tras un delicioso paseo y una copa en una de sus terracitas nos volvimos al hotel porque el día siguiente también iba a ser largo.


DIA6:

Quedamos tras desayunar en el hall del hotel, sobre todo nos íbamos a dedicar a hacer una visita cultural por Dubrovnik y de tarde a conocer las islas Elaphiti y darnos un baño en sus transparentes aguas.

El autobús nos dejó a la entrada de la ciudad amurallada, justo en la puerta Pile, allí accederíamos a la muralla para contemplarla y recorrerla en su totalidad, hay que pagar por ver la muralla, pero nosotros la teníamos incluida con el viaje, la muralla es impresionante, larguísma y una cansa de subir, bajar, parar, foto aquí, foto allá… cuando la vimos completa bajamos a la calle Kneza Damjana Jude justo en frente de la catedral, allí nos esperaba la guía que nos contaría la historia de la ciudad así como nos mostraría los entresijos de la misma, su catedral, el puerto, el palacio Knezev, la farmacia más antigua del mundo etc

La visita era cansada pero interesantísima, luego nos llevaron a comer a un restaurante genial, con excelentes vistas a la muralla y con un menú más variado elegías carne o pescado, tras la comida descansamos un rato y luego nos montamos en el autobús para dirigirnos al puerto y coger el barco que nos llevaría a ver las islas Elaphiti.

Estas islas son famosas por su belleza natural y sus transparentes aguas, nuestro barco nos llevó a una de las islas más bonitas, la llamada Sipan aunque la más importante es la de Lopud que vimos desde el barco, allí tomamos algo en una cafetería y luego nos dimos un agradable baño, el día no estaba muy católico pero el Adriático es tan transparente y tan salvaje que te llama al baño.

La vuelta a Dubrovnik fue más pesada, se puso a medio llover, íbamos contra corriente... pero llegamos, nos dejaron en el hotel, nos duchamos rápidamente y bajamos de nuevo a Dubrovnik a cenar en una de sus tantas terrazas una mariscada, luego dimos otro paseo por sus preciosas calles, compramos regalos para nuestras familias y tomamos nuestra última copa puesto que al día siguiente nos íbamos y la mañana nos iba a dar para conocer otras playas de la zona y poco más.


DIA 7:

El último día lo dedicamos a conocer la zona de los hoteles y sus playas, encontramos una playa muy chula donde pasar la mañana tomando el sol y bañándonos, luego antes de comer volvimos caminando al hotel por un paseo muy bonito donde bordeas el mar y tienes increíbles vistas de Dubrovnik.

Comimos y nos dirigimos a la habitación para ducharnos cerrar las maletas y bajar al hall del hotel porque se nos acababa lo bueno, nos volvíamos a España con toda la pena y el dolor, porque dejábamos atrás un país increíble, con una gente más increíble si cabe.

Esta vez el avión los cogimos en el aeropuerto de Dubrovnik el cual estaba nuevo puesto que en la guerra derribaron el anterior, facturamos, tomamos algo antes de embarcar nos despedimos de la guía medio llorando porque ciertamente como Adriana no va a haber ninguna y montamos en el avión rumbo a Madrid.

A día de hoy sigo pensando que éste ha sido uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida, por lo que vi, viví y conocí, sin duda es un lugar que recomiendo y a poder ser antes de que se ponga tan de moda y pase a ser Marbella II.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen viaje te pegaste je,je pero es raro seguro que algun plato tendria queso,ademas seguro que te lo pasaste bien viendo campos de futbol je,je,besos guapa,agur